martes, 16 de febrero de 2010

Un cuento japonés con moraleja

"Había una vez un legendario emperador japonés que tenía como
afición visitar sus provincias y regiones. En una ciudad, en cuanto llegó,
vio una diana y una flecha clavada exactamente en el medio de la
diana. Un poco más lejos, durante su visita, vio otra diana con otra
flecha. Esta segunda flecha también estaba clavada en el centro exacto.
Y así varias veces. A la séptima diana con un tiro perfecto, el emperador
pidió conocer a tan extraordinario tirador.
-Oh, no! –le dijo un dignatario de la ciudad-, no vale la pena, es
un idiota.
-¿Un idiota? Pero ¿cómo puede ser que un idiota tire con una
puntería casi divina?
-Muy sencillo. Primero tira la flecha, y después dibuja la diana a
su alrededor.”

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